PATRIARCAS: Manifiesto del Cristianismo Político


 “Patriarcas” es el nombre poético que le puse al cristianismo político como doctrina del gobierno civil. Es el título fuerte de mi último libro disponible en físico: "Manifiesto Patriarcas". Es la marca cristiana para los temas políticos. ¿Pero qué significa Patriarcas en sí? La definición más básica de “patriarca” es la de “padre de familia”. Pero en la Biblia entendemos que existe un elevado concepto de gobierno llamado: “Padre” ó “Patriarca”. Es la figura de gobierno más tierna que existe, es la más amorosa y la más apegada al Corazón de Dios. Es un concepto político revestido de carga familiar.

 



Pero el término “Patriarcas” en sí mismo, es mucho más amplio y rico, ya que existen tres definiciones alternativas que lo complementan. Resulta que un patriarca también puede ser un “Sacerdote”, es decir, una persona que se consagra de lleno a Dios y dirige los cultos relacionados con el credo religioso que profesa. También un patriarca puede ser un “Sabio”, es decir, una persona que posee conocimientos amplios, profundos y variados, que han sido adquiridos mediante el estudio y la experiencia. La palabra “Patriarca” también se usa para describir a un jefe tribal o a un “Rey”, es decir, una persona que tiene autoridad sobre un grupo, una comunidad o una nación para dirigir su destino político.

 

Pero en términos sencillos, "Patriarcas" son esos líderes civiles y gubernamentales que manifiestan conformidad con el corazón de Dios. Todos aquellos dirigentes políticos que gobiernan en completa armonía con los principios de Yahweh. Un presidente será un "Patriarca" si asume el mando y el ejercicio del poder siguiendo el modelo de Yahshúa, el Mesías de la Biblia. De esta manera, el libro "Manifiesto Patriarcas" busca erigirse como la guía escrita de esa nueva generación de líderes cristianos que está en ciernes.

 

El título de "Patriarcas" no tiene nada que ver con posturas machistas, ni tampoco es un concepto político exclusivo del género masculino. Cuando se habla de Patriarcas, se habla de “hombres y mujeres” que asumen una cultura política acorde con la Biblia para el bien de su nación. Es un título que surge de dos grandes figuras políticas de la Biblia. Se trata de dos hombres de Dios que dirigieron los asuntos del Estado con el corazón y la sabiduría de Dios. Me estoy refiriendo en primer lugar a David, el gran rey de Israel y a José, el sabio hebreo que fungió como primer ministro de Egipto. Ambos fueron conocidos en el texto bíblico como “Patriarcas” o “Padres”. Ellos vienen a ser para nosotros los modelos políticos más prominentes en nuestro pensamiento de gobierno.

  

“Patriarcas”: un nombre inspirado en el Rey David.

 David fue el segundo monarca legítimo del reino de Israel y vivió aproximadamente entre los años 1036 y 966 A.C. El nombre hebreo de “David” significa “amado” o “elegido”. Se habla de él en la Biblia como el rey más excelso de la tierra, y lógicamente esa consideración es desde la perspectiva de Yahweh. Fue un estadista fuera de serie, un excelente estratega militar, logró unificar el territorio israelita y expandirlo hasta crear un pequeño imperio. Controló las ciudades de Jerusalén, Samaria y Damasco.

 

David fue el fundador de la dinastía “mesiánica” por voluntad de Dios. Yahweh le prometió a David que un descendiente suyo sería el futuro Mesías de toda la humanidad. Yahshúa, el Mesías, es descendiente del rey David, y por eso uno de los títulos de Yahshúa es el “hijo de David” ó la “raíz de David”. David fue ese hombre que no tenía nada, no representaba nada, era un “don nadie”, pero que fue exaltado en Israel por lo que había en su corazón. Ese simple hecho me ha impulsado para estudiar la vida y la obra de David a fin de hallar en su modelo, los principios de gobierno más importantes que manifiesta el corazón de Dios. David fue llamado “Patriarca” en la Biblia, porque fue el fundador de la dinastía más importante de Israel y también porque manifestó una amplia vocación sacerdotal, fue ampliamente sabio, y también se consagró como el rey “icónico” de la historia israelita.

 

“Varones hermanos, se os puede decir libremente del patriarca David, que murió y fue sepultado, y su sepulcro está con nosotros hasta el día de hoy.”

Hechos 2:29 –BTX3

 

De ese texto bíblico se toma el título para el manifiesto. Como líderes cristianos queremos ser “patriarcas” según el modelo de David. Un detalle importante en la vida de David es que cuando asumió el reino de la tribu de Judá tenía treinta años. Esa es una edad muy representativa en la historia de grandes hombres en la Biblia. Por ejemplo, el mismo Yahshúa fue también de treinta años cuando inició su obra más importante en esta tierra.

 

“Era David de treinta años cuando comenzó a reinar, y reinó cuarenta años.”

2 Samuel 5:4 –BTX3

 

Es la edad cuando la juventud se hace de la mejor madurez. Es la edad en la cual se mezclan perfectamente la frescura de la juventud con la exquisitez de la buena sabiduría. Es la edad en la cual somos más “usables” para nuestro Dios, porque eso es lo que somos: instrumentos en las manos de Yahweh.

  

“Patriarcas”: un nombre inspirado en el Primer Ministro José.

 Según el relato bíblico del libro del Génesis, José fue uno de los doce hijos de Jacob. El nombre de José es masculino, de origen hebreo y deriva del verbo «añadir». Su madre fue Raquel y fue el hijo favorito de su padre. Sus hermanos llegaron a envidiarlo por eso. José tuvo dos hijos: Efraín y Manasés, que se convirtieron luego en dos tribus de las doce Tribus de Israel y llegó a poseer un territorio relativamente extenso en la distribución política del reino. Todo eso hace de José un gran “Patriarca”. Pero más importante es el hecho de que estando en la tierra de Egipto, llegó a ser Primer Ministro Plenipotenciario del Faraón. Fue un estadista muy sabio y aventajado, porque Yahweh era su secreto, su sabíduría y su fuente.

 

El propio Faraón de Egipto en aquella época (siglo XIV A.C.), impresionado por las palabras y la sabiduría de José, le dijo: " Tú mismo estarás sobre mi casa, y por tu palabra se someterá todo mi pueblo. Sólo por el trono yo seré más grande que tú." Génesis 40:41. Dicho esto el Faraón se quitó su anillo y se lo puso a José, mandó que lo vistieran con ropas blancas de lino, puso en su cuello un collar de oro y ordenó que cuando José montase sobre el segundo de los carros del Faraón, se hiciese reverencia ante él. Estando en su apogeo político, José recibió un sobrenombre muy interesante, lo llamaron: “Zafnat Paneaj”, que significa en el idioma egipcio de aquella época algo así como: "Dios habló y este hombre vino para vida".

 

Ese sobrenombre pone en evidencia la importancia que tiene la sabiduría de Yahweh en el ámbito político. Es un sobrenombre que deja en claro que cuando los patriarcas de Yahweh se manifiestan en la sociedad, lo hacen para vida y bendición. Es evidente que sólo cosas buenas pasan cuando una nación se deja guiar por la sabiduría que procede de Dios. El calificativo de “Zafnat Paneaj” equivale al de “Patriarcas” a cabalidad. Es la misma idea en el ámbito político. José mismo lo dijo cuando habló con su familia en Egipto.

 

“Así, pues, no me enviasteis acá vosotros, sino Dios, que me ha puesto por padre de Faraón y por señor de toda su casa, y por gobernador en toda la tierra de Egipto.”

Génesis 45:8 –BTX3

 

José reconoció que él fue como un prototipo de “Padre” para Faraón y para toda la clase política de aquel entonces. José fue un patriarca en toda su esencia, porque bajo su mando la tierra fue bendita, la economía fue sabiamente gestionada y la gente de su época se benefició de eso. Sin duda, José fue el primer ministro más excelso de las historias bíblicas y su figura es de inspiración para nuestro movimiento político.

 

José también se asemeja a David en el hecho de que tenía treinta años cuando fue establecido como primer ministro de Egipto y quizás el Faraón era mayor que él en edad. Resulta sorprendente cuando apreciamos lo lejos que pudo llegar este hombre joven, sólo porque contaba con la sabiduría y el carácter de Yahweh. No hay dudas que la generación juvenil de hoy, tendrá una labor importante en el futuro político de nuestra Venezuela. Nuestros dos patriarcas-modelos fueron “treintañeros” cuando iniciaron su ejercicio político.

 

“Era José de edad de treinta años cuando fue presentado delante de Faraón rey de Egipto; y salió José de delante de Faraón, y recorrió toda la tierra de Egipto.”

Génesis 41:46 – BTX3

 

Entonces, tenemos en David y en José a nuestros personajes bíblicos más inspiradores, pero cabe mencionar que ellos no fueron los únicos que mostraron dotes de Patriarcas. En la Biblia hay muchos personajes que pueden servirnos de ejemplo e inspiración en el ámbito de gobierno. Puedo mencionar a Nehemías, el gobernador de la provincia de Judea en tiempos de la reconstrucción de Jerusalem. La reina Ester, quien fue la salvadora del pueblo judío en los tiempos Asuero emperador persa. Con la reina Ester podemos ver que el concepto de “patriarcas” no es machista, ni exclusivo del género masculino, es decir, también hay “reinas” o “matriarcas”, mujeres que son usadas por Dios en puestos de influencia política. La jueza Débora es también un gran ejemplo en este sentido y hallamos en las Escrituras que fue llamada "Madre" o "Matriarca", lo cual va en sintonía con el concepto "Patriarcas".

 

"¡Cesaron los aldeanos, no los había en Israel, Hasta que te pusiste en pie, Débora, Te pusiste en pie, oh madre en Israel!"

Jueces 5:7 BTX3

 

Seguidamente, también puedo mencionar a Moisés, Josué, Zorobabel, Esdras, Salomón, entre muchos otros. Todos ellos dignos de ser considerados “patriarcas” según el corazón de Yahweh.

 

 

“Patriarcas”: el Cristianismo Bíblico salta a la política.

 

En la Biblia se entiende claramente que “cristiano” es todo aquél que se ha convertido en discípulo de Yahshúa y lo sigue como líder máximo. Para nosotros el cristianismo es, en su esencia, ese modo de vida que nos permite hablar, decidir y actuar en amistad con Yahweh, el Padre Celestial. Fuimos llamados “cristianos” a principios de la era común, porque aceptamos la salvación y la enseñanza de Yahshúa, quien fue predicado en aquella época como el “Cristos” de la humanidad.

 

“…y habiéndolo hallado, lo llevó a Antioquía. Y sucedió que se reunieron con la iglesia aún por un año entero, y enseñaron a una multitud considerable, y los discípulos fueron llamados cristianos por primera vez en Antioquía.

Hechos 11:36 –BTX3

 

La nomenclatura de “cristianos” no nos incomoda, no es peyorativa; más bien es la exacta definición de lo que somos en verdad: seguidores del Cristos, seguidores de Yahshúa. De la misma manera, “Cristos” es una voz griega que significa “Salvador” o "Ungido" y su equivalente en hebreo es “Mesías”. Así que, no existe cristianismo sin nuestro Yahshúa en el centro de la doctrina y me estoy refiriendo a aquél carpintero judío que nació, vivió, murió y resucitó en la provincia de Judea en Oriente Medio a inicios de la era común. Es el hijo de Yahweh, el gran maestro de los misterios celestiales y el fundador del Reino de Dios. Lo reconocemos como jefe de nuestras vidas y comandante de nuestras estrategias.

 

En cuanto al uso de las palabras, reconocemos que a veces llegan a tener definiciones exageradas o tergiversadas, pero nosotros insistimos en aprender lo que realmente significan. El término “cristiano” es usado con frecuencia en una forma indiscriminada y ha sido causante de muchas controversias. Pero nosotros somos radicales al respecto y cortamos por lo sano, porque el término tiene un origen bíblico y ese origen debe ser acatado, rescatado y respetado. Por lo tanto, “cristiano” es todo aquél que ama lo que Yahshúa ama y a su vez aborrece todo lo que Yahshúa aborrece.

 

De igual forma pasa con el término “Política”, que tiene su origen en la voz griega “Polis” que se refiere a una ciudad, comunidad o territorio que en aquél entonces se administraba por sí mismo. La política hoy en día se define como la ciencia del gobierno civil y de la organización del poder público en las sociedades humanas. También se dice que es la actividad de los que gobiernan o aspiran a gobernar los asuntos de un Estado y de todo un país.

 

En resumen, el “cristianismo político” propuesto por "Manifiesto Patriarcas" puede definirse como la filosofía de gobierno que asume los asuntos del Estado y el activismo político desde una postura totalmente cónsona con los principios de Dios y de la Biblia. Es la política ejercida con el corazón de Yahweh. Es el liderazgo civil que Yahshúa admira. Espero tener la dicha de ver todas estas ideas convertidas en realidad, porque ha llegado el tiempo para que ardan. En Venezuela arderán, como antorcha victoriosa arderán.

 

¡Nos veremos en la Nueva Venezuela!

 

SAMUEL E. URDANETA

Escritor del libro "Manifiesto Patriarcas".

Director de la Fundación Patriarcas.

Activista de la ACC, Alianza Cívica Cristiana.

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